Los ladrones de tiempo

La mayoría ya conocemos la vieja idea de la siguiente viñeta.

Todos tenemos en mente que la productividad y efectividad es lo más importante en estos momentos de cambios tan rápido, aunque nos cuesta identificar los ladrones de tiempo y los procesos ineficientes. Pero ahora, más que nunca, es el momento de analizarlo.

Adquirimos herramientas que nos ayudan a automatizar procesos y ser más eficientes y, normalmente, sin aprovechar todas sus capacidades. Al final, de lo que estamos hablando es que estamos perdiendo dinero, haciendo que seamos menos competitivos.

Analítica de negocio y programación a medida

Voy a poner un par de ejemplos. El primero es la personalización de un listado. Muchos tienen flujos muy imaginativos (e ineficientes) para personalizar sus albaranes, facturas, etc. Nadie en este punto creo que vaya a discutir la importancia de tener personalizado este tipo de documentos. Por ello, como digo, los hay quienes de manera periódica compran su papel con el membrete, los hay quienes dedican una persona a reeditarlas para que salga su logo e incluso he llegado a ver empresas que dedicaba una persona a sellar o poner pegatinas.

Supongo que los inconvenientes de estas soluciones son de sobra conocidos y sin embargo desconocen que los listados se pueden personalizar de manera sencilla, recuperando su gasto, estoy seguro, en menos de tres meses.

Otro ejemplo, enlaces entre aplicaciones. Este ejemplo es el típico proceso en que el mayor de los problemas no es la dedicación, sino que es un foco de errores y problemas difíciles de detectar. Normalmente estos procesos consisten en varios pasos, generalmente uno de exportación, otro de tratamiento de datos y el de importación, con una dedicación y concentración muy grande de las personas que lo realizan. Y todo ello con poca confianza, ya que se suele verificar infinidad de veces, cada vez, para asegurar el resultado y en caso de error cuesta horrores averiguar de donde viene el problema: si del origen, si del destino, si una actualización, un error humano, etc. Y no hablemos si las personas que lo realizan normalmente no pueden hacerlo.

Con una programación a medida, no sólo se solucionan todos estos problemas y se da calidad y confianza al proceso, sino que también se aprovecha para automatizarlo, aún más, haciendo que su alcance sea mayor y, por ejemplo, proporcione informes para otros departamentos.

En resumen, busquemos los procesos que se pueden (y tienen) que automatizar, con el fin de ser más competitivos. Incluso aquí, en la búsqueda de estos procesos, es buena idea asesorarte por expertos.